martes, 24 de mayo de 2011

Avances en el Diagnóstico de EA

La profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Celia Sánchez-Ramos, candidata al Premio Príncipe de Asturias de la Investigación Científica y Técnica, ha diseñado el primer método que detecta indicios de la enfermedad de Alzheimer a través de residuos orgánicos procedentes de los ojos de un paciente. Este avance, publicado este año a nivel mundial, se ofrece ya a los pacientes de varios hospitales de la Comunidad de Madrid y podría comercializarse en un futuro.

Así lo explicó el pasado jueves la profesora Sánchez-Ramos, líder del grupo de investigación en Neuro-Computación y Neurorobótica de la UCM, quien ha destacado que su método es "el primero que puede detectar indicios de esta enfermedad de forma no invasiva en personas vivas y sin ningún efecto secundario". Hasta el momento, el Alzheimer sólo se ha podido diagnosticar con seguridad en el paciente muerto o a través de técnicas invasivas por aplicarse en el organismo del paciente.

Según esta investigadora, la idea de crear este método de diagnóstico partió de las investigaciones del profesor de la Universidad de Boston Lee E. Goldstein, quien demostró que los depósitos de péptidos betamiloides que se encuentran en mayor cantidad en un cerebro con Alzheimer no sólo se podían observar en el hipocampo de estas personas, sino que también eran visibles en su cristalino.

Mientras que a Goldstein se le ocurrió diseñar un método de detección del Alzheimer basado en el uso de sustancias fluorescentes aplicadas en el ojo del paciente para encontrar estos depósitos por contraste, a Sánchez-Ramos se le ocurrió buscar estos indicios en los restos de cristalino que se desechan en las operaciones de cataratas, convirtiendo residuos orgánicos en muestras útiles.

Esta prueba se realizó con éxito en unos 30 pacientes que se sometieron a operaciones de cataratas y la mitad de ellos mostraron indicios de padecer esta enfermedad neurodegenerativa en distintos estadios.

Según Sánchez-Ramos, "a partir de ahora una operación de cataratas podrá servir no sólo para mejorar la visión de un paciente, también para detectar antes indicios de Alzheimer y poder acceder a un tratamiento precoz en pacientes que puede que, en ese momento, ni siquiera presenten síntomas".

ACCEDER ANTES AL TRATAMIENTO

No obstante, puntualiza que "no se trata de un método de diagnóstico precoz", pues la prueba detecta indicios de la enfermedad cuando ya está presente, ni tampoco preventivo, pues las causas de la aparición de esta enfermedad aún son desconocidas. Ahora, señala, la clave estará en determinar la proporción de péptidos que son indicadores de la presencia de esta patología y su estadío.

En la actualidad, los investigadores de la UCM trabajan con diversos centros y hospitales de la Comunidad de Madrid para ofrecer este método a los pacientes. Los centros recogen los restos de cristalino en un 'kit' diseñado por Sánchez-Ramos y después los envían al laboratorio de la Complutense para su análisis. Entre estos hospitales se encuentran el de Getafe, el de Parla o el Infanta Sofía, además de varios hospitales privados que colaboraron con la investigación, indica la experta.

Sin embargo, el objetivo es que la patente de este método, cuya titularidad es de la UCM y que fue presentada por primera vez en 2009, se extienda a otros hospitales --por el momento a través de acuerdos individuales--, pueda llegar a otras comunidades autónomas e incluso, en un futuro, pueda comercializarse, una opción que, según Sánchez-Ramos, "dependerá de las administraciones".

Se trata de una prueba que no tendrá costes elevados, pues las técnicas de análisis necesarias ya existen y se emplean para estudiar otro tipo de sustancias. A juicio de esta investigadora, del método podrán beneficiarse "todos los pacientes con cataratas seniles", pues no hay ningún perfil para el que esté contraindicada.

jueves, 12 de mayo de 2011

Los principios de la Bioética

Hola a todos! Lo primero decir, que siento el retraso de la publicación del post, pero he tenido ciertos problemas técnicos, como sabeis el mundo del blog es aún un gran desconocido para mi, voy a tener que hacer un curso intensivo, jejeje.

Por otra parte decir que el tema ha sido elegido por varios motivos, el primero y principal porque creo que es necesario romper con ciertos tabúes que corren acerca de la bioética, la dignidad ante la muerte y los cuidados paliativos, y el segundo porque actualmente el Gobierno se ha pronunciado sobre el tema y parece que van a crear una ley para regular ciertos aspectos referentes a la bioética y la muerte digna. Supongo que como en todo, cada uno tendreís vuestra opinión y con este post no voy a tratar de modificarla, simplemente acercar un poco los conceptos teóricos para que luego cada uno fundamente sus opiniones. El tema da para mucho, asi que postearemos durante unas semanas, pero para empezar quiero centrarlo en los 4 pilares que rigen la bioética. Como siempre, espero vuestras opiniones. Decir también, que en este caso, vamos a citar los 4 principios de la bioética formulados por los autores Beauchamp y Childress en su libro Principios de Ética Biomédica, publicado en 1979.

La mayor parte de las teorías y sistemas éticos contienen principios para la toma de decisiones y la deliberación moral. Estos principios son pautas de actuación o criterios orientativos para el buen comportamiento personal y el correcto ejercicio y desarrollo profesional. Tomando esta doble idea como punto de partida, vamos a centrar nuestra atención en los principios éticos que pueden aplicarse a la práctica de las profesiones sociosanitarios y , en concreto, al ámbito asistencial que nos ocupa, el de los ancianos.

a) Principio de no maleficencia:

Este principio reocge la clásica consigna de la ética médica: primum non nocere, lo primero es no hacer daño. Nos obliga a respetar la integridad física y psicológica de la vida humana y a no hacer nada que ocasione daño al paciente o cuya razón riesgo/beneficio no sea adecuada. Su contenido viene definido en gran parte por la buena práctica médica y asistencial. El daño intencionado, los malos tratos, la no alimentación adecuada, la mala praxis asistencial, ... son prácticas que claramente atentan contra este principio.

La no maleficencia incluye, a su vez, la capacitación profesional.De tal modo que, si causamos un daño a la persona mayor por nuestra mala preparación, formación o falta de habilidades, estamos siendo maleficientes. En este caso y relacionado con lo anterior, también hablamos de no maleficencia en el caso de evitar que otros causen daño al residente.

b) Principio de beneficencia:

Se trata de la obligación moral de hacer el bien, que se concreta en la obligación de actuar en beneficio de otros. Este principio vincula a todas las personas que desarrollan su trabajo o profesión atendiendo a personas mayores. Los Códigos Deontológicos de estas profesiones establecen la razón de ser de estas profesiones: procurar el bien del otro a través del ejercicio de su profesión.

La beneficencia exige tener predisposición hacia el bien de la persona que atendemos. De algún modo, nos llama a preocuparnos por su bien, a poner interés en su cuidado. Lógicamente, hacer el bien a una persona presupone un cierto conocimiento de la misma y una actitus de ``acercamiento´´ del profesional a la persona atendida. Por ello, no vale con ser buena persona, es necesario formarse adecuadamente en actitudes y habilidades de escucha activa, de empatía, de comunicación no verbal, ... Si no escuchamos el cuerpo y el alma del mayor, difícilmente vamos a saber qué necesidades muestra. En el trato con los mayores hay que hacer lo posible por asegurar su bienestar, extremar los beneficios y minimizar los posibles riesgos.

c) Principio de autonomía:

La autonomía es la capacidad de autogobernarse, de elegir libremente. Y en virtud de esa capacidad que toda persona tiene, el principio de autonomía obliga al profesional a respetar los valores y opciones personales de cada individuo en aquellas decisiones básicas que le atañen. En la práctica cotidiana, todo acto de cuidado debe ir impregnado de la oportuna información a la persona mayor acerca de lo que se hace y por qué se hace. Debe ser una onformación clara y comprensible, ya se refiera a una operación, a la participación en una actividad de la residencia o a la petición de su consentimiento para participar en la realización de test psicológicos.

Mientras no se demuestre lo contrario, toda persona tiene derecho a decidir sobre cualesquiera prácticas y decisiones que tengan relación con su vida. El principio de autonomía no es un principio pasivo para los que rodeamos a nuestros mayores. Nos obliga a favorecer que sean autónomos.

El principio se concreta en la filosofía del consentimiento informado y tiene que ver también con el respeto a la intimidad del residente y a las voluntades anticipadas, entre otras cosas.

d) Principio de justicia:

Nos obliga a tratar a todos por igual, a no discriminar a nadie por razones sociales, de edad, de sexo, de enfermedad, etc. Y nos impine también el deber de distribuir los recursos y la accesibilidad a los mismos de forma equitativa, protegiendo a los más necesitados.

En una residencia no podemos otorgar privilegios o distinto trato a un residente sobre otro en función de su capacidad, simpatía, enfermedad, etc. Y en cuanto a los recursos económicos, nos obliga a ser justos en su distribución.

En el desarrollo de la bioética, diversos autores han señalado otros principios como son:

-Principio de verdad: a los ancianos y a la familia se le debe dar información veraz, progresiva y sin contradicciones

-Principio de discreción: el personal sanitario debe respetar el secreto de las confidencias hechas por los mayores

-Principio de subsidiariedad: la sociedad no debe suplantar la libre iniciativa de las personas

Finalmente añadir, que tanto el principio de no maleficencia como el de justicia tienen carácter público y, por tanto, determinan nuestros deberes para con todos y cada uno de los seres humanos. Por el contrario, el principio de beneficencia y el de autonomía marcan el espacio privado de cada persona, que ésta puede y debe gestionar de acuerdo con sus propias creencias e ideales de vida.

lunes, 2 de mayo de 2011

Parkinson VI

Con este post cerramos el especial sobre la enfermedad de Parkinson. Espero que os haya resultado de ayuda e interés. Os invito, como siempre, ha participar, y exponer vuestras dudas o colaboraciones, así como correcciones. Por otra parte, para la semana que viene me gustaría que fuerais vosotros los que propongais algún tema que os inquiete, resulte atractivo, etc. y lo desarrollaré con mucho gusto!

A continuación, os dejo las verdades y mentiras que rondan en torno a la Enfermedad de Parkinson, con el fin de romper con los bulos que circulan sobre la enfermedad.

Verdades y mentiras

MENTIRAS

  • Es una enfermedad contagiosa y hereditaria. Es evidente que no se trata de una enfermedad contagiosa y tampoco se han documentado importantes casos generalizados de transmisión de la enfermedad de una generación a otra; tan sólo un 10-15%25 de los pacientes tienen algún familiar con la enfermedad, incluyendo a los parientes cercanos y lejanos.
  • Es una enfermedad propia de las personas mayores. Se han documentado casos de enfermedad de Parkinson en jóvenes con menos de 20 años. Aparece con más frecuencia en el rango de edad que va de los 40 a los 70 años.
  • Aparece más en hombres y en ciertas razas. La enfermedad no hace distinciones entre sexos ni razas.
  • La enfermedad de Parkinson produce demencia y envejecimiento prematuro, y deteriora la inteligencia de los pacientes. El enfermo tiene más dificultades para hacer determinados movimientos y para expresarse, lo que lleva al frecuente error de asociar esta lentitud de respuesta a procesos demenciales.
  • Los enfermos tienen problemas auditivos. No son más duros de oído, sino que son más lentos para responder a una pregunta.
  • Fumar protege de la enfermedad. Las evidencias en este sentido no son concluyentes, por lo que no se plantea como una opción válida.
  • Los temblores son el primer signo de alarma que animan al paciente/familiares a acudir al médico. Aunque el síntoma más popular de la enfermedad es el temblor, lo más habitual es que se consulte inicialmente al médico por la gran lentitud con la que se realizan las tareas cotidianas.
  • El temblor de manos es invariable en su intensidad. El temblor que característicamente se asocia con la enfermedad de Parkinson es más evidente en reposo, disminuyendo cuando se realizan movimientos voluntarios.
  • Todo temblor es signo de enfermedad de Parkinson. Hay muchas enfermedades similares a la enfermedad de Parkinson y que se manifiestan con síntomas parecidos, pero no son la enfermedad de Parkinson.
  • Es una enfermedad neurológica menor. Es la cuarta enfermedad neurodegenerativa, afectando a más de 4 millones de personas en todo el mundo.
  • Es una enfermedad que no limita la realización de tareas cotidianas. Las personas que padecen la forma moderada o severa de la enfermedad, más del 80%25 de los casos, se ven incapacitadas parcial y temporalmente para desarrollar tareas cotidianas y, mucho más, para poder desarrollar una vida laboral y social normal.
  • El único síntoma discapacitante son los movimientos involuntarios de la mano. El cuadro sintomático que presenta el enfermo es realmente florido: desde alteraciones motoras y fatiga, pasando por problemas de ansiedad y depresión, hasta llegar al deterioro de la capacidad verbal.
  • El pronóstico de la enfermedad es grave y mortal. Hasta hace 25 años se consideraba como una de las enfermedades degenerativas del sistema nervioso central de peor pronóstico, pero la reciente revolución farmacológica que se ha producido en este campo ha variado esta concepción.
  • No hay un tratamiento farmacológico realmente útil. Si bien es cierto que aún no existe un tratamiento farmacológico definitivo que cure la enfermedad, la terapia actual reduce al máximo los síntomas de la enfermedad y aumenta el tiempo en el que el paciente desempeña una actividad normal.
  • La monoterapia con levodopa es la única realmente eficaz para hacer frente a los síntomas de esta enfermedad. Aunque ha sido el fármaco estándar y de referencia de los últimos años en el tratamiento de la enfermedad, su limitada eficacia en el tiempo y los frecuentes y graves efectos adversos que se derivan de su uso prolongado ha contribuido al desarrollo de nuevos fármacos que, combinados con levodopa, consiguen elevar sus beneficios clínicos y reducir sus efectos adversos.
  • Sólo es válido el tratamiento farmacológico. Para hacer un correcto manejo clínico de la enfermedad, se recomienda aunar una correcta terapia médica, fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional y atención psicológica. El tratamiento quirúrgico puede ser útil en pacientes muy bien seleccionados.
  • Nadie puede ayudarme. Aparte del mayor conocimiento de los médicos sobre cómo abordar esta enfermedad, el paciente y su familia cuentan con el respaldo de las asociaciones de Parkinson, que están repartidas por todo el país y que cada día cuentan con más afiliados. Estas asociaciones llevan a cabo tareas informativas, orientativas y educativas que son de gran utilidad para el paciente y su familia.

VERDADES

  • No hay cura. Aún no se ha encontrado un tratamiento médico o quirúrgico que ponga fin a esta enfermedad.
  • No se conocen, con exactitud, los factores etiológicos y desencadenantes de esta enfermedad. Sin embargo, recientes estudios apuntan que determinados virus, disolventes y pesticidas pueden inducir la aparición de la enfermedad.
  • Una dieta adecuada puede mejorar el estado del paciente. Se ha observado que puede ser especialmente satisfactorio en estos pacientes el establecimiento de una dieta acorde con sus necesidades. Así, una dieta de restricción proteica acumulando la mayor parte de las proteínas en la cena, o la ingesta de mucho líquido, puede mejorar la sintomatología del paciente.
  • La depresión es frecuente en estos pacientes. La depresión es el trastorno mental que aparece más frecuentemente asociado a la enfermedad de Parkinson.
  • Algunos pacientes bailan mejor que andan. Muchos pacientes mejoran su capacidad motriz al escuchar músicas rítmicas.
  • En pocos minutos, un paciente puede pasar de un estado de acinesia a poder realizar todo tipo de movimientos. Las fluctuaciones motoras bruscas son frecuentes, y se agudizan con el consumo de ciertos medicamentos.
  • La falta de cumplimiento del tratamiento farmacológico es la principal causa de fracaso terapéutico. Como en todas las enfermedades, el fármaco más ineficaz es el que no se toma. La cronicidad de esta enfermedad hace que los pacientes tengan que cumplir con el tratamiento durante años, lo que dificulta la adherencia. También la frecuente aparición de efectos secundarios asociados a algunos fármacos es una causa fundamental de abandono de la terapia.
  • El tratamiento clásico se asocia con efectos adversos que, a veces, son más discapacitanes que la propia enfermedad. Se estima que un 50-65%25 de los pacientes con Parkinson experimentan una pérdida progresiva del beneficio derivado de la levodopa al cabo de unos 5 años de tratamiento. Inicialmente, este fenómeno adopta la forma de deterioro de la respuesta de final de dosis, caracterizado por el acortamiento de la duración de acción del fármaco y por la aparición precoz de los síntomas parkinsonianos. Esta complicación progresa en el transcurso del tiempo y culmina en fluctuaciones súbitas, impredecibles. Estas fluctuaciones en la respuesta motora se hacen cada vez más frecuentes y difíciles de tratar debido a su inicio rápido e imprevisible. Los pacientes, especialmente aquellos con inicio temprano de la enfermedad, pueden experimentar un síndrome de levodopa crónico, que cursa con discinesias inducidas por levodopa.