El trabajador Social tiene un papel fundamental en el Servicio de Ayuda a Domicilio, promoviendo cambios, paliando situaciones y previniendo la aparición de problemas. También realiza tareas de coordinación, y gestión del Servicio domiciliario, para conseguir un servicio de calidad.
Los trabajadores sociales, hacen un estudio de las necesidades de los usuarios, valoran la situación y la idoneidad del recurso, elaboran el plan de tareas en función de las necesidades, así como la gestión y tramitación del mismo. Una vez que está en alta el servicio, son las responsables del seguimiento y evaluación del SAD, coordinando a las auxiliares domiciliarias.
Funciones de la trabajadora social:
- Valorar las necesidades y recursos de la ayuda a domicilio.
- Elaborar la programación y memoria anual del SAD.
- Detectar, estudiar, diagnosticar los casos y proponer el tipo de servicio más adecuado a prestar en cada caso.
- Difusión e información del servicio.
La trabajadora social antes de ofertar el servicio valorará las siguientes situaciones:
1- Nivel de autonomía personal
2- Situación personal y familiar
3- Situación de la vivienda.
4- Situación económica.
5- Situación social.
6- Otras circunstancias: Atención doméstica y atención persona.